Me gusta viajar llevando conmigo el alma de la cocina, me gusta que la comida llegue al corazón, que cree una memoria, un recuerdo.
Mi cocina es plant-based, no sólo nace del deseo de cuidar la tierra, sino del deseo de nutrir y cuidarnos. Me formé en la escuela Hoffmann con especialización de cocina vegana.
En los detalles de mi cocina se manifiesta mi otra profesión, diseño de moda. Comer es también un placer visual. La mesa debe ser un escenario, un lugar donde los colores, las texturas y sabores cuenten una historia.
El acto de sentarse a comer es un instante de pausa, de intimidad, de entrega.